En el mundo hay más de 100 millones de personas desplazadas a causa de la violencia . En 2022 se estima que una de cada 78 personas está lejos de su hogar consecuencia de estas tragedias en sus lugares de origen.
Cada año, el 20 de junio «es una ocasión para fomentar la comprensión y la empatía hacia las personas refugiadas y desplazadas, en consideración de las difíciles circunstancias en las que se encuentran; asimismo, la fecha permite reconocer su capacidad de resiliencia en la reconstrucción de sus vidas» según ACNUR, la agencia de la ONU para las personas refugiadas.
Según el último informe de esta agencia el 69% de las personas refugiadas en 2021 en el mundo proviene de cinco países:
- Siria: 6,8 millones, el 27 % de la población mundial de refugiados.
- Venezuela: 4,6 millones.
- Afganistán: 2,7 millones
- Sudán del Sur: 2,4 millones.
- Myanmar: 1,2 millones.
Según ACNUR, si se lograra una paz duradera en algunos lugares clave, las cifras globales de refugiados a nivel mundial podría reducirse a la mitad, hasta los diez millones que había hace dos décadas.
La inseguridad sigue siendo una de las principales razones que impide a las personas regresar a sus hogares. Sin la voluntad política de lograr la paz, la perspectiva de que un gran número de refugiados regrese a su país en un futuro próximo seguirá siendo inalcanzable.
Se estipula que el 72% de los refugiados son acogidos en países vecinos. En Latinoamérica, Colombia es el país que más refugiados recibe, con una cifra de 1,8 millones de personas, entre los que destacan Venezuela o Haití, que cuenta con 2,4 millones de personas solicitantes de asilo. Le siguen a nivel mundial Uganda (1,5 millones), Pakistán (1,4 millones) y Alemania (1,2 millones) como países receptores. Estas cifras son relativas a 2021, anteriores a la guerra de Ucrania. En la actualidad, Polonia acoge a 1,1 millones de refugiados.
Para ser considerado refugiado es necesario solicitar asilo. ACNUR recuerda que toda persona tiene derecho a buscar protección, sin importar quién sea, de dónde provenga ni cuándo haya tenido que huir , pues «proteger a las personas forzadas a huir constituye una responsabilidad mundial».
Existen seis cuestiones esenciales para la búsqueda de protección:
- Derecho a solicitar asilo
Solicitar asilo es un derecho humano. Cualquier persona que esté huyendo de persecuciones, conflictos o violaciones a los derechos humanos tiene derecho a solicitar protección en otro país.
- Acceso seguro
Las fronteras deben permanecer abiertas a todas las personas que se han visto forzadas a huir. Restringir el acceso o cerrar fronteras puede hacer aún más peligrosa la travesía de quienes buscan protección.
3. No devolución
Ninguna persona debe ser obligada a regresar al país en el que su vida o su libertad corren peligro. En otras palabras, ninguna persona debe ser devuelta por ningún país en tanto no se hayan evaluado los peligros que corre en su país de origen.
4. No discriminación
Ninguna persona debe sufrir discriminación en las fronteras. Todas las solicitudes de asilo deben ser consideradas de manera imparcial, sin importar factores como el origen étnico, el género, las creencias religiosas o el país de origen.
5. Trato humano
Las personas que han sido forzadas a huir merecen un trato digno y respetuoso. Tienen derecho a ser tratadas con dignidad, como cualquier otro ser humano. Entre otras cosas, esto se traduce en mantener a las familias juntas, proteger a las personas de la trata de seres humanos y evitar que haya detenciones arbitrarias.
Se necesitan soluciones para volver a casa de forma digna y segura
Una vez que se encuentran fuera de peligro, en congruencia con la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y el Pacto Mundial sobre los Refugiados, las personas que huyen de guerras o persecuciones necesitan espacios para sanar, aprender, trabajar y superarse. Asimismo, necesitan soluciones, como la oportunidad de volver a casa de forma digna y segura, integrarse a nivel local o, en los casos de mayor vulnerabilidad, reasentarse en un tercer país.