La brecha digital de género es multifactorial en América Latina y mientras los países no enfrenten la discriminación a las mujeres, la desigualdad se va a reflejar en el ecosistema digital dejándolas fuera del acceso a oportunidades y disfrute de sus derechos.
Así se pronunció a IPS Karla Velazco, coordinadora de incidencia política del programa de derechos de las mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), una red internacional de organizaciones de sociedad civil que promueve el uso estratégico de las tecnologías de información y comunicación en países de América Latina, Asia y África.
La pobreza en la región afecta al 32 % de la población, pero con un claro sesgo de género y etnia, al registrar tasas más altas las mujeres y las personas de pueblos indígenas y afrodescendiente, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esta desventaja, se subraya, impacta en su menor acceso, uso, manejo y control de las nuevas tecnologías en perjuicio de su desarrollo.
Velazco es parte también de Comité Consultivo Permanente de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones, desde el que trata de promover el derecho de las mujeres en el acceso a internet y en general a las nuevas tecnologías, explicó por videoconferencia desde su oficina en Ciudad de México.
Con ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que este año tiene como lema “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, la especialista llamó la atención sobre la falta de datos centralizados y actualizados sobre este tema que permita a los Estados avanzar con políticas claras.
El estudio de la Cepal, titulado “Digitalización de las Mujeres en América Latina y el Caribe: Acción urgente para una recuperación transformadora y con igualdad” y publicado en 2022, refiere que cuatro de cada 10 mujeres en la región no acceden a internet, con base a 11 países que acreditan información al respecto.
Pero Velazco sostiene que la cifra no aporta aspectos cualitativos ni tampoco aborda la brecha en entornos urbanos y rurales.
“No hay una medición sobre cómo las mujeres están usando las tecnologías y tampoco sobre cómo afectan sus vidas. Vemos por ejemplo mucha violencia digital de género y casi no tenemos reportes”, dijo.
La cifra en todo caso sirvió de referencia para asumir un compromiso de reducir la brecha digital de género, durante la consulta regional realizada en febrero, para fijar la posición al respecto en la 67° reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en inglés) que va a coger la sede de las Naciones Unidas de Nueva York desde este lunes 6 y hasta 17 de este mes de marzo.
Los 11 países cuyos datos hicieron posible el cálculo fueron Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Paraguay, Perú y Uruguay.
Velazco sostuvo que las mujeres no adoptan a 100 % las tecnologías porque mientras persistan las desigualdades estructurales de género en lo laboral, educativo, económico y social, entrecruzadas además con discriminaciones por la etnia, la posición económica, la orientación sexual o la edad, estas se van a replicar en el espacio digital.
“Como tiene diferentes factores, la brecha digital de género es muy difícil de medir, pero es una responsabilidad que toca asumir a los Estados para que las mujeres no queden excluidas de los avances e innovaciones tecnológicas y por el contrario se beneficien de ello para su empoderamiento y ejercicio de derechos”, remarcó.
Por IPS Noticias
Foto: APC