La Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (CONTIOCAP) demandó una investigación imparcial tras el asesinato de Francisco Marupa, miembro de la comunidad Torewa Indígena, en la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) del pueblo Leco , dentro del Parque Madidi. La organización denunció que las circunstancias del crimen son “poco claras” y sospechan que el trasfondo podría estar relacionado con la actividad minera ilegal en el territorio, que ha generado un clima de violencia.
Ruth Alipaz , representante de CONTIOCAP, subrayó que “hay muchas cosas que no cuadran” en el asesinato de Marupa, quien era un reconocido defensor ambiental. La coordinadora exige una investigación “seria, responsable, independiente e imparcial”, para esclarecer el caso y proteger los derechos de las comunidades indígenas en la región.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo , declaró que el asesinato fue motivado por problemas personales y descartó vínculos con ajustes de cuentas o conflictos territoriales. Además, informó que el autor confeso del crimen, un indígena Chimán, fue detenido.
Denuncias de la comunidad indígena Leco
La organización del TCO del pueblo Leco envió una carta al presidente Luis Arce, al vicepresidente David Choquehuanca y a otras autoridades gubernamentales para informar sobre el asesinato y solicitar una investigación profunda. En la misiva, denunciaron la presencia de “mafias criminales” que operan en el territorio y pidieron acciones inmediatas para garantizar la seguridad de sus comunidades y la protección de sus tierras.
“Este asesinato pone nuevamente en evidencia la vulnerabilidad de los defensores ambientales en territorios ricos en recursos naturales, donde el avance de actividades ilegales representa una amenaza constante para los derechos de los pueblos indígenas y la biodiversidad de áreas protegidas como el Parque Madidi”.
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Entrevista a Ruth Alipaz.