Hubo un tiempo en la capital cruceña, en la que el ciudadano, el visitante, se convirtió por unos días, en el dueño de las calles del Centro Histórico de Santa Cruz de la Sierra. Este proyecto permitía que se desarrollen actividades culturales y comerciales para el público en general.
Los ciudadanos podían recorrer el Centro Histórico sin que medie motorizado alguno “se le entrego la calle al peatón. Lo mejor que le puede suceder a una calle y las gentes es aquello que se puede descubrir en todas sus potencialidades”, dijo, Jery Dino Mendez, Arquitecto.
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