El sol cae sin clemencia sobre el Isoso. El viento sopla con fuerza levantando arena, “apenas es el segundo día de viento, así que no está muy fuerte”, advierte un isoseño, que asegura que el viento en este lugar tiene un ciclo de cuatro días en los que de a poco va aumentando en intensidad. Bajo la sombra protectora un mistol, árbol característico del chaco, se reúnen participantes del programa de educación alternativa Ñañope Ñande Ñemboe, dirigentes del lugar y personal de Fundación IRFA.
Kuarirenda, comunidad que se encuentra en lo profundo del Bajo Isoso, “es la última” indican en referencia a que después de ella ya no hay más comunidades. A más de 150 km de Charagua, Kuarirenda está más cerca de Pailón, que se encuentra “como a 100 km”, aunque claro el camino es menos transitable que el que nos trajo desde la capital del territorio indígena Charagua Iyambae.
En Kuarirenda hay 13 participantes de primaria y 26 participantes de secundaria de Ñañope Ñande Ñemboe (Tejiendo Nuestra Educación), jóvenes y adultos que mediante la Educación Intra e Intercultural Bilingüe (guaraní-castellano) pueden continuar y concluir sus estudios, se trata de un programa desarrollado por Fundación IRFA, con el apoyo de LED, y que cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Educación.
En la comunidad, su Capitán, Jhonny García, nos cuenta que la electricidad recién llegó en agosto del año pasado, mientras que el agua todavía no es suficiente aunque tienen dos tanques, a pesar de estas dificultades, a las que se suma el clima, los isoseños se muestran felices de vivir en el lugar y conservan celosamente la cultura y la lengua guaraní.
La pobreza es palpable en el lugar, por lo menos desde la perspectiva “karai”, las casas son pequeñas, en algunos casos con materiales precarios, y los servicios básicos son todavía deficientes. Sin embargo, la escuela, donde los menores cursan hasta 2do de secundaria, está recientemente refaccionada y tienen un centro médico que incluye a 2 enfermeros y una ambulancia.
El clima caliente y los poderosos vientos dificultan la agricultura, aunque logran producir maíz, producto básico fuertemente ligado a la cultura guaraní, yuca, cumanda (frejol) e incluso arroz, aprovechando la cercanía de los Bañados del Isoso. Además cuentan con un hato ganadero comunal. Estas actividades se complementan con la pesca y la cacería “todavía encontramos mucho que cazar”, nos cuenta aliviado el Capitán.
Mientras un par de niñas juegan sentadas sobre las raíces del mistol, que están claramente visibles gracias a los fuertes vientos, sus madres y padres nos cuentan que la falta de dinero y oportunidades les ha impedido continuar sus estudios, por lo que con mucho entusiasmo es que han decidido seguir sus estudios con Ñañope Ñande Ñemboe y motivar la participación de más personas del lugar.
Escuche la entrevista con el Capitán de Kuarirenda
Foto: IRFA
Texto: Julio Rodríguez Barrancos