WWF es una organización mundial que se encarga de la conservación del medio ambiente y cuya misión es detener la degradación ambiental de la Tierra y construir un futuro en el que el ser humano viva en armonía con la naturaleza . Cada año presentan un informe que, según la propia entidad, está concebido para “impulsar la acción, como material de reflexión y catalizador de un cambio transformador”.
En esta edición, “la más exhaustiva hasta la fecha”, se confirma que el planeta está en una crisis que engloba dos grandes emergencias: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad de la Tierra. Desde WWF analizan en profundidad qué factores están afectando a empeorar la situación global y afirman que ya no es suficiente con la conservación de nuestro entono, sino que es necesario “futuro positivo para la naturaleza necesita cambios transformadores en la forma en la que producimos, consumimos y en cómo gestionamos los sistemas de gobierno o el sistema financiero”.
Entre algunos de los datos del informe, podemos encontrar que existe un descenso medio del 69% en la abundancia poblacional relativa de especies animales de todo el planeta entre 1970 y 2018. Latinoamérica registra el mayor declive regional de la abundancia poblacional media (94%) y, en cuanto a especies, las poblaciones de agua dulce muestran un mayor descenso general a nivel mundial (83%).
Por otro lado, sus indicadores muestran que el cambio del uso del suelo sigue siendo la principal causa de la perdida de la biodiversidad, pero algo que puede ser superado por el cambio climático que ha generado el aumento de temperatura del 1,5ºC y que podría ser la principal causa de la pérdida de biodiversidad en los próximos tiempos.
No obstante, en el informe se indican diferentes ejemplos de cómo algunas comunidades usan sus conocimientos para adaptarse a los cambios locales en el clima y en la biodiversidad, además de poner en valor las prácticas de las comunidades indígenas a lo largo de la Tierra.
Las zonas de la Amazonía correspondientes a territorios indígenas son los lugares donde se encuentran las menores tasas de deforestación
En estos ejemplos, se pueden ver cómo hay iniciativas para seguir motivando a las comunidades locales a proteger los hábitats naturales con gran diversidad, como es el caso de la República de Guinea, donde tradicionalmente se recolectaban frutos y semillas de varias especies, pero que después de los años 90 y de la tala del 96% se sus bosques originarios, se ha perdido, por lo que se ha convertido en una zona de especial protección y regeneración.

Unas prácticas no tan lejanas a lo que ocurre en la región amazónica, pues desde que en 2021 se elaborara el Informe de Evaluación sobre la Amazonía, según WWF “la descripción científica más detallada y convincente de la Amazonía que se ha elaborado nunca” se trazaron unas hojas de ruta para evitar, entre otras cosas, la deforestación y la degradación de algunas zonas que ya se acercan al punto de no retorno. Algo que los científicos encargados de elaborar el documento consideran primordial, puesto que “el 17% de la cuenca amazónica ya fue deforestada y el otro 17 % del bioma se encuentra degradado”.
Según se observa en el informe elaborado por el Panel Científico por la Amazonía, las zonas de la Amazonía correspondientes a territorios indígenas, que son actualmente el 27% del total, son los lugares donde se encuentran las menores tasas de deforestación. WWF recoge las indicaciones de este grupo de científicos, que considera que para salvaguardar y fortalecer sus derechos, y para avanzar en el desarrollo sostenible son esenciales “las inversiones en ciencia, tecnología, innovación y medidas de conservación lideradas por pueblos indígenas y comunidades locales para evitar consecuencias catastróficas en la Amazonía y a nivel mundial”.

Puedes ver el Informe Planeta Vivo completo aquí
Por Lucía Aragón Luque